Galaxia de Andrómeda


GALAXIA DE ANDRÓMEDA 

Durante nuestras últimas salidas nocturnas todos los que nos acompañaron pudieron observar la Galaxia de Andrómeda y quedar fascinados al comprobar que además de observar millones de estrellas podían ver casi a simple vista otra galaxia diferente a la nuestra, nuestra galaxia vecina.
Andrómeda y la gran constelación de Pegaso van a reinar el cielo otoñal. Por eso hemos querido añadir esta entrada, para que podáis conocer una poquito esta galaxia. 





M31, la gran galaxia de Andrómeda, es una galaxia espiral gigante situada a sólo unos 2,5 millones de años luz de nosotros (es la más cercana a la Vía Láctea).

Su magnitud 4.0 la convierte en el objeto más lejano visible a simple vista por el ser humano. De hecho ya era conocida en el siglo X por los persas, quienes la llamaron la pequeña nube, aunque probablemente fuera observada desde mucho antes.
M31 es la más grande y brillante de las galaxias del Grupo Local, integrado por unas 30 pequeñas galaxias.

La galaxia de Andrómeda se está moviendo hacia la Vía Láctea a una velocidad de cerca de 300 kilómetros por segundo, por lo que dentro de unos 5.000 millones de años, ambas galaxias chocarán dando lugar a una galaxia elíptica gigante. Además, M31 rota alrededor de su eje central a unos 200 kilómetros por segundo.

Andrómeda es mucho más rica en cúmulos globulares que la Vía Láctea, con una población estimada en 460 (frente a 150 conocidos en la nuestra). Nuestra galaxia sólo contiene cúmulos globulares viejos, con edades comprendidas entre 8.000 y 10.000 millones de años. Sin embargo, en Andrómeda encontramos cúmulos jóvenes con edades comprendidas entre varios cientos y 5.000 millones de años. Su presencia apunta hacia la posibilidad de que M31 haya alcanzado su tamaño actual absorbiendo gran cantidad de galaxias menores.

Hasta ahora, solamente se ha registrado una supernova en la galaxia de Andrómeda, la supernova 1885. Fue la primera supernova descubierta más allá de nuestra galaxia, y alcanzó una magnitud de 6.

M31 es un objeto espectacular, siempre que dispongamos de cielos oscuros y limpios. Se puede observar con facilidad a simple vista como una nubecilla alargada y difusa entre las débiles estrellas de la constelación de Andrómeda, cerca del gran cuadrado de Pegaso.

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